18 de Junio de 2009
Toni Nadal:
'Veo a Rafael con menos opciones de ganar en Wimbledon'
Reconoce que le gusta discutir y plantear, de vez en cuando,
opiniones poco frecuentes. Por eso Toni Nadal (Palma, 1960)
teme que los medios de comunicación saquen de contexto sus
palabras. Y sin embargo, se explica y detalla sus ideas para
mantenerlas con el mismo espíritu que le ha contagiado a su
sobrino, al que se refiere siempre como Rafael para
diferenciarle del personaje público que responde al nombre de
Rafa Nadal.
Pregunta.– Vaya la que se ha liado con sus
palabras hacia los parisinos...
Respuesta.– [Risas] Me
parece increíble la que se ha montado por estas declaraciones
que, evidentemente, están sacadas de contexto.
El tema es mucho más simple. Yo dije que me parecía una
actitud estúpida –quizá no es la palabra adecuada– aquélla que
basa su felicidad en el mal de los otros. Me refería a la
envidia. La gente que desea el mal a los otros tiene una
actitud estúpida, porque eso teóricamente no te ha de dar
ninguna felicidad. Después se alargó la conversación, uno de
los tertulianos dijo que había un público peor que el francés,
que era el parisino, y yo volví a decir que entonces el
público parisino era estúpido porque quiere eso. Y nada más. Queda
mal decirlo, no volvería a hacerlo, pero sigo pensando que el
público parisino,
o concretamente el de Roland Garros, ha sido muy incorrecto
con los españoles.
P.– Pero se montó una buena...
R.– Todo el mundo tiene derecho a opinar de los otros y el que
quiera, que lo diga. Parece que algunos han relacionado estas
declaraciones con la campaña del Govern... Que
alguien pueda pensar que unas palabras mías puedan afectar al
turismo me parece darme una excesiva importante, algo exagerado. Y otros se preguntan por qué el Govern no ha
dicho nada de esto. Sólo faltaría que el Govern me viniese a
reñir porque hiciese unas u otras manifestaciones, equivocadas
o no. Creo que este tema es completamente desmesurado. Tengo
derecho a decir lo que quiero y, sin sacarlo de contexto, es
lo que pienso.
Según Toni Nadal, su tío y entrenador, Rafael tiene menos
chances de ganar Wimbledon Foto: AP
P.– Han ido contra Rafa, pero también contra otros españoles.
R.– Se lo han hecho a todos los españoles. A
Corretja,
a
Arantxa...
a todos. Todos sabemos la animadversión que los españoles
producen dentro de Francia. Pero ningún problema. Es curioso,
porque Rafael
es un tío querido y admirado, pero quieren que pierda. Antes de ser número uno, sus entrenamientos
eran los más seguidos, pero cada año quieren más que pierda.
P.– ¿Influye el hecho de que sea número uno?
R.– No, porque es lo mismo. A Corretja se lo hicieron y era el
número 21. No afecta. Es el hecho de ser español.
P.– ¿Qué tal está Rafa?
R.– Bien; afectado por la derrota dolorosa de Roland Garros,
pero como tiene que estar una persona cuando tiene un fracaso,
si se le puede llamar fracaso: afectado, pero no más de lo
normal.
P.– ¿Cómo está su lesión?
R.– No quiero entrar en este tema. Ya hablé en su momento y
ahora sería removerlo. Está
tratando de descansar para llegar a Wimbledon al 100%.
P.– Perder es una posibilidad más...
R.– Perder es una posibilidad que contemplamos en cualquier
torneo que juguemos, lo que pasa es que cuando pierdes te sabe
mal.
P.– ¿Qué es lo primero que le dijo tras la derrota ante
Soderling?
R.– Nada, que habíamos jugado mal, que había estado demasiado
nervioso y que borrón y cuenta nueva.
P.– ¿Cómo se asimila una derrota de estas características?
R.– Como todo en la vida, se asimila con el tiempo. No es la
primera; Rafael ha perdido partidos –no muchos– que no debería
haber perdido y éste es uno de ellos, pero ningún problema.
P.– ¿Tiene algo que ver el esfuerzo de jugar en Madrid?
R.– No, porque el esfuerzo ha sido mucho menor que el año
anterior. Es verdad que Madrid rompe por la mitad, porque no
se asemeja en nada a lo que tienes que hacer más adelante. Es
una pista de tierra rara, porque la altura la hace casi más
rápida que algunas pistas rápidas, entonces no es una buena
preparación para Roland Garros. Para nada hay que atribuir la
derrota a Madrid, faltaría más.
P.– ¿Ve a Rafa con opciones de ganar de nuevo en Wimbledon?
R.– Ahora
le veo con menos opciones que antes porque lo que te da muchas
posibilidades de victoria es la confianza. Y cuando pierdes, tienes menos confianza. Lo mismo que en
anteriores años, la victoria está dentro de un grupo de
jugadores. Si tuviera que apostar, lo haría por Federer,
Murray, Djokovic, Rafael, Roddick, Del Potro... Éste es el
grupo de gente que aspira a ganar.
P.– Habría sido mejor llegar con una carrerilla de
victorias...
R.– Siempre es mucho mejor porque vas con una tranquilidad
distinta, vas con más confianza, vas con el deber cumplido.
Ahora todo te parece más difícil, pero esto cuando pasas dos o
tres días de competición, se arregla.
P.– ¿Modifica algo el hecho de que tenga que defender por
primera vez el título?
R.– No. Modifica que tienes una tranquilidad de que has
conseguido algo importante para ti como es ganar en Wimbledon,
teniendo en cuenta que tras las dos últimas veíamos que sería
difícil ganar allí. Tienes esta tranquilidad: sabes que has
ganado y, si juegas bien, crees que puedes volver a hacerlo,
aunque sea muy difícil.
P.– ¿Qué cree que le queda por mejorar a Rafa?
R.–
Siempre
hablamos de lo mismo.
Yo no conozco a nadie al que no le quede nada por mejorar.
Incluso Federer, que le pega increíble de
drive, puede mejorar y fallar un poco menos. En el
caso de Rafael, puede mejorar sobre todo el saque. Pero
estábamos sacando bien en Australia, aunque hemos bajado algo
el nivel.
P.– ¿Por alguna razón en especial?
R.– No lo sé. En el deporte no es todo matemático y vas mucho
por sensaciones. En el golf, hay días en que ves el agujero
grande y otros en que lo ves muy pequeño. Y estas sensación
también se da en el tenis.
P.– Nunca coloca a Rafa entre los mejores de la Historia. ¿Lo
piensa de verdad o es una estrategia de motivación?
R.– Diría lo mismo si no fuera mi sobrino. No porque sea
familiar mío lo voy a considerar mejor. Lo primero es que para
saber los mejores de todos los tiempos, hay que conocer la
historia. Cojámosla a partir de la era Open, en el 1968. Desde
esa época, hay gente con más títulos que él:
Rod Laver, Bjorn
Borg y Roger Federer
han marcado más distancia de ellos hacia
los demás. Porque al final lo único que dictamina lo bueno que
eres históricamente es la distancia que marcas tú respecto a
los siguientes. Y en este aspecto estos tres están por encima.
Después viene
Sampras,
que está muy cerca de ellos. Y luego un
grupo con
Connors, Lendl, McEnroe, quizá Agassi.
Y en el
siguiente grupo estaría Rafael, con
Wilander, Becker, Edberg. No
lo pongo a la altura de los grandes porque no está a su altura.
Si sigue jugando cinco años más y gana siete Grand Slams, lo
colocaré allí.
P.– ¿Federer siempre renace de sus cenizas?
R.– Siempre no sé, pero al menos esta vez ha tenido mucha
suerte en este torneo porque
Djokovic
no ha estado bien, él ha
estado a un punto de la derrota con
Haas
y salvó de forma
increíble con Acasuso. La historia le hace justicia. De todas
formas, creo que este año no está muy fino. Perdió en el
momento clave en Australia, en Indian Wells y Miami no estuvo
muy bien, en Montecarlo jugó mal –aunque es verdad que no
había entrenado mucho–, pero en Madrid jugó mejor y, como
tiene una gran calidad, a la que le das un poco de vida, ya se
ha visto en París.
P.– Recientemente, una psicóloga deportiva aseguraba en
www.elconfidencial.com
que la generosidad de Rafa era su mayor
enemigo y que tenía que volverse más reservado para hacerse
más fuerte. ¿Qué le parece?
R.– Yo me baso en el empirismo. Si no ha sido reservado y han
dicho de él que era un tío fuerte de cabeza, ¿ahora vamos a
decir lo contrario? Todo el mundo tiene opiniones para todo,
aunque no la comparto. No le veo el significado ni la ligazón,
porque creo que es al revés, que eres más fuerte si eres
natural y sabes que haces una vida normal. Pero si lo dice,
sus razones tendrá...
P.– ¿Cuál puede ser la solución al conflicto que mantienen
muchos tenistas con los métodos antidopaje?
R.– No la sé, porque no es mi problema. Vaya por delante que
me gustaría un juego limpio totalmente. Lo he dicho muchas
veces, Rafael
no tomaría nunca un producto dopante, no por una cuestión de
control, sino por principios,
porque si sabes que está mal, no lo vas a hacer. A partir de
aquí, entiendo que no es correcto que una serie de personas
abusen de su poder y te limiten tu libertad. No entiendo que
debas avisar y reservar una hora cada día durante tu vida
deportiva para que alguien venga a hacerte un control si
quiere. Hay medidas más fáciles para controlar a todo el
mundo. P.– ¿Le teme a algo profesionalmente?
R.– A los rivales y a las lesiones. Si los rivales fueran
mucho peores, Rafael estaría arriba siempre.
P.– ¿Entiende que quizá el entorno publicitario que rodea a
Rafa puede perjudicarle en su juego?
R.– Es posible. Pero a los resultados me remito: hace mucho
tiempo que hace eso y ha sido número uno del mundo. Le puede
perjudicar, evidentemente, porque distrae tiempo de
entrenamiento para hacer otras, pero es la vida de un
deportista. Tienen una vida comprimida y, aunque lo suyo sería
sólo jugar al tenis, es normal que haya otras cosas y no lo
debemos exagerar, porque lleva mucho tiempo con ello y no le
ha ido muy mal.
P.– Vendría bien ponerle también un poco más de cordura al
circuito...
R.– Sí, pero es muy complicado porque hay muchos intereses
creados y muchos torneos que tienen su semana protegida.
Cambias de superficie y de bolas y eso produce problemas. Yo
abogaría por un ranking bianual. Creo que los de arriba serían
los mismos, pero estarían más relajados porque
no estarían siempre con el agua al cuello.
P.– ¿Nunca se le ha subido a la cabeza el hecho de ser
entrenador del número uno del mundo?
R.– ¡Qué se me va a subir a la cabeza! No, yo me conozco y sé
que no soy ningún lince.
P.– Convénzame de que no es un tipo tan duro y espartano como
a veces le vendemos en los medios de comunicación.
R.– Yo
soy un tipo duro de palabra, con Rafael o con mis hijos, pero
no soy espartano.
Reconozco que soy duro a la hora de recriminar algo, de
dar mi opinión, de tensar la cuerda para entrenar. Era mucho
más duro de joven [Risas].
P.– Si fuera entrenador de otro jugador, ¿cómo le recomendaría
jugar ante Rafa?
R.– [Risas] Hay distintos sistemas, pero depende del jugador
al que yo entrenara. Si estuviera con Federer o cualquier de
los tenistas de máximo nivel, le diría: ‘juega como tú sabes,
que creo que le vas a ganar’. Pero si fuera un jugador de otro
nivel más bajo, sí modificaría algo. Yo, como principio, con
Rafael siempre intento primero hacer nuestro juego y hacer
pequeñas variaciones en función del rival. Creo en el
entrenamiento, pero si no sabe subir a la red, no puedo
provocar que lo haga, aunque sea lo que toque porque el rival
fallaría. Para
ganar a un jugador de nivel tienes que jugar muy concentrado y
aprovechar las pequeñas oportunidades que tengas.
P.– ¿Lee las noticias que generan Rafa o usted?
R.– Casi nunca. No me gusta. Me acostumbré a no leerlas con mi
hermano Miguel Ángel. En su primera época con el Mallorca, iba
al campo y al volver decía ‘hoy mi hermano ha jugado bien’. Y
al día siguiente, le ponían un cero. El carácter mallorquín es
muy exigente con los suyos, menos con uno mismo. Exigimos a
los paisanos, pero a nosotros mismos nos hacemos buena mesura.
Yo no comparto ese sentimiento y soy exigente conmigo mismo y
con Rafael, pero no con alguien que no conozco. Por eso me
sorprendían muchas de las críticas que leía de Carlos Moyà,
eran increíbles. Yo siempre decía lo mismo: ¡este tío está el
séptimo del mundo y le tienes en mala consideración, tú que
eres el número siete millones de tu trabajo y te tienes en
buena consideración'.
P.– ¿Qué hubiera sido de Toni Nadal si Rafa hubiese escogido
el fútbol?
R.– Yo era entrenador de tenis antes de Rafael y tenía chicos
bastante buenos. Habría seguido unos años más en eso o me
habría dedicado a los negocios que tengo con el padre de
Rafael.
P.– ¿Teme que sus caminos se separen algún día?
R.– No, lo más normal es seguir igual. Porque la relación es
buena, es lo más cómodo y a Rafael las cosas le van bien así. Desde
pequeño, siempre le he hecho responsable de sus victorias y de
sus derrotas,
así que no creo que me haga culpable si pierde.
P.– ¿Discuten mucho?
R.– Soy una persona discutidora. Me molesta que me den la
razón y tengo opiniones que la gente no suele tener. Y claro
que discutimos de tenis, de fútbol, de comportamiento.
Roberto Díez Yagüe, Portocolom.
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Steffi Graf, durante la entrega de trofeos de Roland Garros
2009. (Foto: AFP)
La
ex tenista alemana Steffi Graf,
campeona de 22 Grand Slams y siete Wimbledons,
nos cuenta en esta
entrevista su admiración por Nadal, cómo ha rehecho su vida tras
retirarse del tenis, formando una familia con
su marido André
Agassi
y cómo se gana la vida en Las Vegas con la creación de un gimnasio y
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"Una
sólo puede asombrarse y profesar admiración cuando ve jugar tenis a
Rafael Nadal",
sostuvo en una entrevista con dpa la tenista alemana más exitosa de
todos los tiempos, ganadora de 22 Grand Slams y siete torneos de
Wimbledon.
"Es un atleta excepcional con tanta disciplina, tan concentrado y
con tanta pasión por lo que hace. Me faltan las palabras para
describir su juego con propiedad", continuó Graf al ser preguntada
sobre qué deportista despierta en ella el mayor entusiasmo.
"Pocas veces he visto a alguien que dispense tanta atención a cada
pelota. Con una pasión y alegría que da gusto verlo jugar. Se lo
puede asociar con todo aquello que hace del tenis un deporte tan
atractivo". Andreas
Bellinger, desde Hamburgo y Las Vegas, DPA.
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